¿Fue moralmente correcto lo que hizo Thanos al final de Avengers Infinity Wars?

Imagínate si se le concediera el poder de Dios a una criatura que no fuera santa ni perfecta, que no tuviera la misericordia y la justicia del Dios de la Biblia. ¿Cómo lidiaría tal criatura con la maldad de este mundo?

Sería una noticia terrible si Thanos, el titán del universo cinematográfico de Marvel que protagonizó la última película de Avengers, tuviera todo ese poder a su alcance. Inclusive, si estuviera en manos de un ser imperfecto, una capacidad mucho menor a la de Dios pero con suficiente poder para disponer de la vida de cada ser vivo a su merced, significaría una terrible noticia para nuestra existencia. Un solo error de cálculo y se terminaría cometiendo una injusticia de magnitudes catastróficas. Algunos, pensando que podrían desempeñar un mejor papel que Thanos, proponen la alternativa de duplicar el tamaño del universo y sus recursos como una mejor solución. Pero el problema no está en la cantidad de recursos, sino en el comportamiento autodestructivo de la humanidad y, aunque allí se trató de una película de ficción, es una realidad en el mundo de hoy. De hecho, la situación no era muy diferente hace miles de años según el registro bíblico:

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

Génesis 6:5

De acuerdo a la Biblia, Dios intervino en el mundo en los días de Noé porque la violencia había corrompido la tierra contaminando no sólo a los hombres sino a todos los seres vivos:

Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

Génesis 6:11 -13

Pero todo eso no nos preocupa demasiado. Nos enojamos con Thanos porque en realidad es un villano y sufrimos lo que le hizo a nuestros queridos Avengers y con ellos, a tanta otra gente que no merecía morir. Queremos condenarlo para que se haga justicia y pague por sus crímenes. No obstante, la cosa no se pone tan fácil para nuestro sentido interno moral, porque se nos deja ver un lado diferente de su persona. Thanos está preocupado por un fin noble, desea establecer el orden o la paz mundial (o universal) y está dispuesto a sacrificar a su propia hija para ello. Aunque no se nos dice que tenga algún tipo de amor por el mundo o las criaturas que habitan en él, se conduce aparentemente por algún sentido de responsabilidad que lo lleva a luchar por sus ideales. En contraste a este personaje ficticio, el Dios de la Biblia sí fue movido por amor cuando resolvió sacrificar a su propio hijo para salvar a la humanidad:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

Juan 3:16 -19

Por supuesto que, además de la diferencia infinita en cuanto a magnitudes y motivaciones personales, la esencia misma de Dios es radicalmente opuesta, ya que por definición Dios es moralmente perfecto:

Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.

1 Juan 1:5

Cualquier cosa que alguien piense acerca del Dios de la Biblia, el único Dios verdadero, debe excluir el más mínimo vestigio de maldad, error o imperfección o no puede tratarse de Dios. Evidentemente no podemos decir lo mismo de Thanos por lo que resulta notable para cualquier espectador que algo no anda bien con su concepto de justicia, a pesar del intento de confundirnos relativizando la moralidad de sus acciones.

Por otro lado, castigar al que hace lo malo, es parte de la justicia, así como la venganza. Si la humanidad resulta digna de ser condenada a muerte, entonces no sería tan incorrecto el proceder de Thanos. Otro aspecto a su favor es que ejecutó un juicio aparentemente imparcial sin discriminar entre ricos y pobres. Pero el caso es que Thanos es un villano y él mismo no posee las calificaciones morales ni la sabiduría perfecta para emitir un juicio perfecto y santo, que esté libre de errores. Esto lo descalifica como juez del universo. Fue lo mismo que Jesús reprochó a unos escribas y fariseos cuando trataron de condenar y apedrear a una mujer que fue sorprendida en adulterio:

El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

Juan 8:7 

Finalmente debemos concluir que, al pretender limpiar la maldad de los demás, Thanos fue tan inmoral como la inmoralidad misma que pretendía corregir. En ese sentido, fue un hipócrita, sólo veía el problema en los demás y no se consideraba así mismo. Esto no quiere decir que las personas eran santas e inocentes y no merecían ser condenadas por su comportamiento autodestructivo.

Así que acabada la película cabe preguntarnos, ¿habrá alguien en la vida real con la capacidad moral y con el poder para ejecutar algún día un juicio justo sobre toda la humanidad? La Biblia dice que sí. Según el Apocalipsis, el juicio será desatado en forma de siete sellos y solamente una persóna será digna de desatarlos:

Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

Apocalipsis 5:2 -5

Cristián Munizaga

Arquitecto de software certificado en tecnologías Microsoft e IBM, alumno de la Facultad Politécnica de la UNA y ex-alumno del diplomado en Biblia y Teología del Seminario Bíblico Palabra de Gracia de la Ciudad de México. Fue panelista invitado en la conferencia Sendas de Gracia 2017 y actualmente colabora en el foro Gracia sobre Gracia. Es chileno, está casado con Paola Sosa con quien tiene un hijo llamado Josías y es miembro del cuerpo de pastores de la Iglesia Evangélica Bautista Cristo Vencedor.

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